martes, 14 de diciembre de 2021

Cuauhtémoc: Conociendo al Señor Peters de la Comunidad Menonita

 


Cuauhtémoc es uno de los 67 municipios en que se divide el estado mexicano de Chihuahua, siendo el tercer municipio más poblado del estado, con 180,638 personas asentadas en numerosas comunidades, entre ellos los menonitas, famosos por su producción de lácteos. Su cabecera es la Ciudad de Cuauhtémoc, Destaca a nivel nacional en producción de manzana.



El Señor Abraham Peters - Comunidad Menonita


Visitamos la casa del Señor Peters, quien nos conto sobre la historia de la comunidad Menonita  en Chihuahua  y en especial en Cuauhtémoc. Él es  un hombre amable, conversador y sociable, con una sonrisa siempre para el visitante. El Señor Abraham nació en 1942, en el campo 1B, mejor conocido como el campo Pampas, el cual fue fundado por sus abuelos en 1933. Abraham es hijo de Isidro Peters, originario de Saskatchewan, Canadá y de Margarita Bueckert de Manitoba también en Canadá, ambos llegaron, en 1922 a San Antonio de Arenales hoy Ciudad Cuauhtémoc, Chihuahua, México. Su niñez y adolescencia fueron como las de cualquier niño menonita. Asistió a la escuela tradicional del campo durante seis años, donde aprendió a leer y a escribir en alemán, a la par, apoyaba a su padre con las labores de agricultura de la familia. Él, le enseñó el valor del trabajo y el amor al campo. Don Abraham se ha dedicado al cultivo de la tierra porque considera que “es más sano el trabajo de campo”. La mayoría de los menonitas se dedican a la agricultura y a la cría de animales, porque estas actividades los acercan a la naturaleza y los enseñan a verla como un gran valor: piensan que Dios la creo junto con el hombre para vivir en armonía, por esto, se debe respetar y cuidar. 



Don Abraham se ha dedicado al cultivo de la tierra



El interés de Abraham, en conocer la historia de su pueblo y la de quien los alojó, nació durante los recorridos en carreta con su padre, quien contestaba la infinidad de preguntas que su inquieto y curioso hijo le hacía sobre el país del que provenían y aquellos otros que habían dejado atrás en su recorrido desde el viejo continente. Le interesaba de particular manera la cultura de esos lugares en donde vivieron, apreciaba sus diferencias con respecto a las de su comunidad. 







Aprendió el español con los trabajadores mestizos que tenían en su granja, lo fue perfeccionando viendo películas, que no sólo le ayudaban con el idioma sino que le mostraban las costumbres y la forma de ser de los mexicanos, a los que admiraba. Tomó una gran afición por el cine y disfrutaba del Cine de oro mexicano y sus actores, con temas que promovían la unión familiar y las características típicas de la familia mexicana. Le gustaba contar la historia de  sus antepasados y socializar con las personas. Su carácter abierto y presencia amable, generaban confianza a los turistas que curiosos recorrían los campos menonitas y se acercaban a preguntar sobre las costumbres propias de ellos. Don Abraham sentía una obligación moral y una gran satisfacción al atender y guiar a aquellos visitantes.


 


                                                      







Agradecimientos:



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