En el Bosque Seco el sol es inclemente. No calienta, más bien quema, lacera, penetra en la piel sin permiso alguno, pareciera que estoy siendo castigada por algún motivo que desconozco, tal vez no pedí permiso a los Apus para entrar en sus dominios.
Verdes, mis algarrobos verdes, como dice la canción, me acogen en su sombra refrescándome con sus hojas, protegiéndome. Siento que me abanican con ternura, prácticamente voy saltando de árbol en árbol refugiándome en ellos y escapando del astro rey. Hay mucho que recorrer, como afortunadamente hay también muchos árboles amigos en éste bosque.
Luego del fenómeno del niño, Piura se levanta, de a pocos pero lo hace. Lo dicen sus autoridades, lo dice su gente, quienes no se dejan amilanar por más que hayan sido golpeados duramente por un “Niño” devastador, un niño malhumorado y furioso, que arrasó sin piedad con lo que estaba a su paso. Ése daño aún se puede ver en sus calles destrozadas y en sus principales avenidas, que casi no tienen asfalto.
Recorri sus calles, sus distritos y provincias más emblemáticas, conversó con su gente, fotografió la belleza natural que posee. Sí, lo hemos dicho bien, que aún posee pesé a que la propia naturaleza intentó arrebatarla. Caminamos por sus desiertos, probamos su deliciosa gastronomía, nos bañamos en sus playas, apreciamos de cerca su arte, hicimos amigos y compartimos momentos inolvidables con ellos.
Así llegamos a Morropón uno de las ocho provincias que conforman el departamento de Piura, nos esperaba Marinelsy Córdova responsable del área de relaciones públicas y turismo de la municipalidad de Morropón. Con ella recorrimos varios puntos turísticos como la piedra del Perro y el bosque Piedra del Toro, también llegamos a la comunidad de Zapotal, donde conocimos al presidente de la Asociación “El Algarrobo” del Bosque Seco, el señor Oscar Córdova.
Él nos comenta, que han tenido que encerrar con candado éste bosque por la depredación tanto de los arboles como del ganado de los comuneros. También nos dice que muy cerca hay unos manantiales que dan vida a toda ésta zona. “Es una bendición tener agua que nace del suelo, así tenemos vida en éste desierto”, señala.
Los manantiales que hay en el Bosque Seco, son un gran potencial. “Necesitamos canalizar esa agua para reforestar y regar otras áreas que no la tienen. Faltan los recursos económicos. Estamos trabajando con la Universidad Nacional de Piura, ellos han venido hacer un levantamiento topográfico de una parcela demostrativa en la que se puede sembrar cacao, plátano, etc. También estamos formulando el proyecto de riego tecnificado para no desperdiciar ese recurso. Los expedientes ya están elaborados, lo que falta es tocar puertas para que nos apoyen especialmente con la tubería y un tanque para traer el agua, son casi tres kilómetros”, comenta Oscar.
Las 25 familias pertenecientes al Bosque Seco, se dedican a la ganadería, pero son conscientes que tienen una riqueza turística que podrían explotar, aún no saben cómo, son insipientes en ello, necesitan el apoyo para elaborar un buen proyecto turístico y darlo a conocer, van a tocar puertas, la municipalidad de Morropón es una de ellas. Están dispuestos a trabajar para sacar adelante a su asociación, a su distrito y porque no, a su región.
No reciben visitas de turistas, solo algunos estudiantes y biólogos se aventuran por estas tierras; pero hoy nos guían a nosotros, por su bosque seco, por sus jaguayes. Nos muestran no solo algarrobos, también palos santos, zapotes, huaytacos, faiques y overales. Hoy nos cuentan que no quieren que solo unos cuantos los conozcan, hoy nos piden que los turistas se aventuren a recorrer su bosque seco. ¿Se animan?
Texto y Fotos: Elizabeth Gonzales Tapia.
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