La vida es
corta, lo sé ahora. Nunca imaginamos que nos llegaría una pandemia que surgió
en China, incluso nos hacía cierta gracia, ver personas en Asia usando
mascarillas. Hoy nuestra realidad ha cambiado, nos vimos obligados a quedarnos
en casa, a cerrar nuestras puertas, a aislarnos del mundo y a vivir con miedo.
Felizmente, somos
fuertes y nos reinventamos, volvimos a los caminos y aprendimos a dar abrazos
sin tocarnos. Lo descubrimos en las miradas de los lugareños de Callahuanca. En
sus ojos vimos esperanza, confianza en que todo empezará de nuevo. Sin proponérnoslo,
fuimos los primeros turistas en visitar la ciudad, los únicos ese día, y me
sentí orgullosa de devolverles la fe; pues Callahuanca no sólo vive del cultivo
de la chirimoya y la palta, sino también del turismo.
Santa Machuca - Coordinadora de Turismo
Municipalidad de Callahuanca
Callahuanca,
abrió su tranquera y permitió el ingreso de turistas. Al llegar, vimos
restaurantes, hospedajes y heladerías alrededor de la plaza que se encontraban
cerrados. Abrió también la oficina de turismo y la encargada, Santa Machuca se
comunicó con Ana, la dueña de la Casa Hospedaje María Auxiliadora quien nos recibió,
con un poco de temor, pero con mucho cariño.
Felices ellos
de recibirnos, felices nosotros de compartir sus costumbres, recorrer sus
parajes y degustar su comida. Esa noche, los oímos hablar quechua, los ayudamos
a hacer pan. Durante el día, cosechamos chirimoyas en sus chacras, aprendimos a
hacer compost, forraje hidropónico, a cultivar hortalizas y a que en cada paso
de nuestro recorrido, seguir aprendiendo, llenandonos de energía al respirar el
olor de la tierra cultivada.
Manuel Machuca salía todos los años, desde su natal Acobamba en Huancavelica a cultivar la tierra en Callahuanca. Él era uno de muchos huancavelicanos que bajaban, a hacer el trabajo duro en las chacras. Ávido de aprender y con mucho esfuerzo, logró dominar el arte de cultivar la chirimoya y la palta. Decidió que quedarse en Callahuanca era una gran oportunidad, compró unos terrenos y trajo a su familia. Han pasado doce años, hoy produce palta y sobre todo chirimoya de gran calidad. Los mayoristas del mercado de frutas en Lima lo buscan en época de cosecha para comprarle sus frutos. El año pasado tuvieron que vender a cincuenta centimos el kilo de chirimoya por la pandemia. Nos comenta orgulloso, que ha recibido varios premios, hoy siente que la vida le da otra oportunidad de seguir adelante con su proyecto.
Juan Azañedo
Vargas, trabaja en el vivero que es promovido por la municipalidad de
Callahuanca, ha logrado capacitarse, con el apoyo del Municipio, junto a otras cuatro
personas en el cultivo de diferentes especies de plantas, como fresas,
pitajaya, chirimoya, paltas, tomates, entre otros. También ha aprendido, riego
por goteo y a mejorar la crianza de cuyes y cabras. Otra de las actividades
importantes del vivero es el reciclaje de la basura, en el que la población se
está involucrando al separar el material orgánico que luego se convertirá en compost,
para el beneficio de ellos mismos.
Santa Machuca
estudió administración hotelera en Cenfotur, trabaja en el área de promoción
del turismo en la Municipalidad de Callahuanca. Es muy jovial, nos muestra
entusiasmada todos atractivos de su distrito que se encuentran en los paneles y
gigantografías, del local municipal. Se emociona al saber de nuestra llegada,
nos comenta que recién abrieron sus puertas al turismo, “la población aún tiene miedo,
pero también tiene ganas de seguir trabajando. Hemos supervisado cada
establecimiento para que cumplan con los protocolos exigidos por el Minsa”.
La señora Susana
Urbano, quien ha tenido que encargarse de “El Huarochirano” restaurante de su
madre, cerrado debido a la crisis sanitaria, nos atiende con una sonrisa de
esperanza. Su pequeña, de once años, Valeria Mariano, nos cuenta que están
felices de volver a atender a los clientes. A su corta edad se da cuenta de la
importancia y el beneficio que trae el turismo y tan motivada por nuestra
presencia, nos regala unas lindas palabras.
Callahuanca,
el paraíso de la chirimoya, heredera de una tierra prodigiosa y de gente amable
nos espera con los brazos abiertos. Ven y disfruta de sus paisajes, aire puro,
clima tropical, helados artesanales y una gran cultura viva.
Datos:
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Hospedaje
“María Auxiliadora”: 968-631547
·
Restaurante
“El Huarochirano” Cel. 900-981115
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Para
mayor información pueden comunicarse al 997-530465 (Santa Machuca)
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