Con la presencia del presidente Iván Duque se inauguró
la nueva edición de la FILBo que este año tiene como país invitado de honor a
Colombia, 200 años.
Por trigésima
segunda vez la Feria Internacional del Libro de Bogotá se toma no solo la
ciudad, sino los escenarios culturales del país y de la región. En un evento
que contó con la presencia de Iván Duque, presidente de la república, Marta
Lucía Ramírez, vicepresidenta del país, Enrique Peñalosa, alcalde de Bogotá,
Carmen Vásquez, ministra de cultura, María Victoria Angulo, ministra de
educación, Andrés López Valderrama, presidente ejecutivo de Corferias, y
Enrique González Villa, presidente ejecutivo de la Cámara Colombiana del Libro,
se inauguró oficialmente la FILBo 2019 cuyo País Invitado de Honor es Colombia,
200 años.
El primer
mandatario celebró que la Feria conmemore los 200 años de la creación y
consolidación de la República, pues es la oportunidad “para celebrar lo que
hemos sido, pensar, soñar y construir lo qué queremos ser en los dos siglos
siguientes”.
Igualmente,
resaltó la importancia de un evento como la FILBo como parte de la industria
cultural del país, la cual calificó como más importante y boyante que otras. “La
apuesta que nosotros tenemos en este gobierno es que la industria editorial
colombiana se posicione en el liderazgo regional y sea un lugar, no solamente
para invertir, sino que sea un lugar para que los escritores vengan a encontrar
el camino de las oportunidades”, expresó.
Puntualizó,
además, que el arte y la literatura son los caminos más eficaces para vencer
estigmas, romper las cadenas del pasado y soñar con otros caminos diferentes. “Que
sea esta la puerta para que cerremos para siempre términos como cabecilla, el
‘patrón’, el ‘jefe’, y pensemos en el país de los poetas, de los escritores, de
los pintores, de los diseñadores gráficos. Esa es la Colombia del futuro”,
dijo.
Por su parte,
la vicepresidenta de la República celebró que Bogotá sea una ciudad abierta al
mundo, a la cultura y a los libros. “Bogotá siempre nos sorprende con su
capacidad para inspirar al país. Y en esta ocasión agradecemos a la Cámara
Colombiana del Libro, a Corferias y a la ciudad por acoger como siempre a todos
los colombianos. En especial por permitir que Colombia sea el Invitado de Honor
en sus doscientos años de independencia absoluta”, expresó.
También resaltó el papel de la FILBo dentro de la
construcción de un tejido social más fuerte, unido y consciente de sí mismo y
de los retos que trae el porvenir. Por eso, invitó a todos los ciudadanos a
visitar el Pabellón de País Invitado de Honor, recorrer su exposición y “asumir
con seriedad la importancia de entender nuestra historia, de conocerla, de amar
lo que hemos hecho en este recorrido de doscientos años y entender que la
construcción de este país nos corresponde a todos”.
Sobre el
factor histórico de esta conmemoración también habló Enrique Peñalosa, pues,
como narró, Bogotá fue el germen del cual se desprendieron las gestas
independentistas: el 20 de julio de 1810 el Grito de Independencia fue el motor
del sueño republicano. También habló sobre la importancia de leer el pasado,
presente y futuro, y de acercarse a los libros pues “la lectura nos permite
apreciar y entender mejor nuestro mundo, lleva a que ampliemos mejor nuestro
vocabulario, nuestra capacidad de pensar, de entender, de imaginar, nos da
bases para soñar y para crear”.
Por estas
razones, recordó el burgomaestre, su administración decidió hace cuatro años
patrocinar mayoritariamente la Feria pues vieron en ella una forma de cambiar
vidas, impactar destinos y crear consciencia ciudadana desde la cultura. “Y,
por supuesto, también nos motiva lo que significa este evento para el
fortalecimiento de la industria editorial en nuestra ciudad y en nuestro país.
El año pasado la Feria vendió 24 mil millones de pesos en libros”, puntualizó.
Sobre ese
dinamismo que promueve la Feria también habló el presidente ejecutivo de la
Cámara Colombiana del Libro: “La FILBo es un ejemplo de nuestro actuar por
fortalecer la actividad editorial en el país. Somos conscientes de los retos
que nos plantea el inmediato futuro y estamos comprometidos en un ambicioso
proyecto de modernización de la cadena del valor del libro en la que la
visibilidad y las mejoras tecnológicas en el proceso de comercialización juegan
un papel central”.
Agradeció el
apoyo de los diferentes patrocinadores que, año tras año, hacen posible que la
Feria siga posicionándose como el evento más importante de la industria
editorial en la región durante el primer semestre del año. “Es grato
encontrarnos de nuevo en esta cita anual con los libros y la lectura. La salud
del mundo del libro se mide en los pasillos de la FILBo”, afirmó.
Además de ser
un foco comercial, la Feria es también un lugar de debates, pluralidad y
tolerancia. Esas son las cualidades que el presidente ejecutivo de Corferias
resalta del evento que durante 32 versiones se ha posicionado como el motor
intelectual del país.
“De muchas
maneras, la Feria Internacional del Libro de Bogotá ha sido siempre un
escenario en el que la democracia se vive, por su valiosa capacidad para
convocar autores y textos que expresan las más diversas ideas de la sociedad;
por los millares de personas que se congregan en la FILBo sin distingo de raza,
credo o filiación política; porque es en sí misma una celebración de la vida,
de la creatividad, de la imaginación, del pluralismo, de la democracia”,
expresó.
Por eso, como
un llamado a apropiarse del eslogan de la Feria este año, ‘Léete, el país
invitado eres tú’, López Valderrama señaló la importancia de leernos como
colombianos en la conmemoración de doscientos años de vida republicana: “Leernos
en un diálogo profundo, a partir de nuestras manifestaciones culturales.
Leernos en los disensos y en los acuerdos. Leernos para validar nuestra
libertad, nuestra igualdad, nuestra soberanía, nuestra independencia y nuestra
ciudadanía. Leernos para hacer de los sueños colectivos complejas realidades y
para fijarnos nuevas metas en nuestro constante caminar como país”.